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El estallido del escándalo de la “lista Falciani” destapó la olla de las Corporaciones Multinacionales. El “affaire” dejó en claro que la Corporación Multinacional HSBC permitió el lavado, evasión y refugio de millonarios entre los que se encuentran dictadores, narcotraficantes y delincuentes del mundo entero. Pero la  “lista Falciani” hizo algo más que poner a la vista un listado de bandidos del capitalismo mundial: Puso en evidencia que las Corporaciones Multinacionales son un verdadero paraíso de delincuentes, evasores, y lavado de dinero.

 

El ex empleado del HSBC Hervé Falciani, proporcionó datos a las autoridades fiscales francesas que publicaron el periódico francés Le Monde, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés), el diario The Guardian, y la BBC de Londres. En “la lista Falciani” se expone que el HSBC, con sede en Londres pero con operaciones a nivel mundial, prestó servicio a personas cercanas a los regímenes del ex dictador egipcio Hosni Mubarak, el ex líder tunecino Ben Alí, el presidente sirio Bashar Assad, y a dirigentes políticos de Gran Bretaña, Rusia, Ucrania, Kenia, India, México, Líbano, Venezuela, la República Democrática del Congo, Zimbawe y Argelia.

En la investigación Suiza tuvo la mayor cantidad de clientes con información examinada, seguida de Francia, el Reino Unido, Brasil e Italia. En términos de clasificación por valor, Suiza ocupó el primer lugar con 31 mil 200 millones de dólares, por lo que está en tela de juicio la sucursal Suiza del HSBC ya que según la investigación difundida 180.600 millones de euros de dinero no declarado transitaron por cuentas de HSBC Private Bank (Suiza) en Ginebra, entre el 9 de noviembre de 2006 y el 31 de marzo de 2007.

 

El dinero circuló escondidos, entre otros rincones, en estructuras con ventajas fiscales en Panamá y las islas Vírgenes británicas. La investigación continuó del Reino Unido con 21 mil 700 millones; Venezuela con 14 mil 800 millones; Estados Unidos con 13 mil 400 millones, y Francia con 12 mil 500 millones de dólares. La Venezuela Bolivariana es un caso singular, ya que la “Lista Falciani’ reveló que el Gobierno de Chávez ocultó al menos 15.000 millones de euros en el HSBC suizo, denuncias que se agravan con el proceso de liquidación del Banco Madrid y puso en evidencia el obsceno enriquecimiento de altos dirigentes del régimen bolivariano, entre ellos el que fuera viceministro de Energía de Venezuela Nervis Gerardo Villalobos, el ex viceministro de Desarrollo Eléctrico Javier Alvarado Ochoa, el empresario de seguros Omar Farias, Carlos Luis Aguilera Borjas, ex director de Seguridad, Alcides Rondón ex viceministro, y Francisco Rafael Jiménez Villarroel ex dirigente de la petrolera PDVSA.

 

Todos ellos están ahora investigados bajo sospecha de blanqueo de dinero procedente de actividades ilícitas. Las investigaciones apuntan a que tanto la Banca Privat d’Andorra como su filial Banco Madrid  facilitaron transferencias  por valor de 4.200 millones de dólares relacionadas con blanqueo de capital de dirigentes venezolanos.  Una auténtica montaña de dinero que desnuda el “modus operandi” del HSBC, como lo explica Maxime Mathon, del gabinete de análisis AlphaValue: “Hay una estrategia deliberada del banco de posicionarse cerca de los clientes ricos en el mundo entero, particularmente en Asia, donde HSBC está muy presente en Hong Kong y Singapur”.

 

El “modus operandi” de las Corporaciones Multinacionales

 

HSBC está enfrascado en una competencia encarnizada con otras Corporaciones Multinacionales para captar la gestión de las grandes fortunas, con un servicio a medida. “La dirección del banco no va a ordenar a los empleados que disimulen fondos de sus clientes en Suiza, pero en tanto que empleado de un banco de dimensiones mundiales, tienes al alcance de la mano soluciones patrimoniales complejas”, explica Mathon. Éste “modus operandi” de las Corporaciones Multinacionales no es sólo del HSBC, también lo ejecutan el JP Morgan Chase, Goldman Sachs, Bank of Paribas, o Bank of America, en todoas estas Corporaciones los gerentes y brokers u oficiales de cuenta tienen “soluciones patrimoniales complejas” que la Corporación ofrece.

 

Para Arun Melmane, analista del banco de inversiones Canaccord Genuity, la conducta de HSBC no era fundamentalmente diferente de la de sus competidores. “En aquella época, no era completamente tabú buscar gestionar el dinero de gente que quería escapar al fisco”.

Cuando los analistas y brokers del capitalismo hablan de “soluciones patrimoniales complejas” se refieren precisamente al cambio más importante que ha sufrido el capitalismo y lo ha llevado a la actual crisis: El surgimiento de las Corporaciones Multinacionales. Estas empresas capitalistas son muy complejas, y tanto su estructura como su funcionamiento no es algo fácil de comprender para cualquier persona común y corriente.

 

Las Corporaciones Multinacionales son enormes empresas capitalistas, que dominan varias ramas de la producción, comercio e industria simultánea y globalmente. Su tamaños se miden en billones de dólares, son más grandes que los PBI de la mayoría de los países, y son tan gigantescas que los analistas y economistas las han llamado “Demasiado grandes para caer” (en inglés, “Too big too fail” TBTF).

 

Su estructura se asemeja a gigantescas galaxias de empresas  compuestas por empresas comerciales, industriales, financieras, fondos se inversión (hedge funds) bancos, fondos soberanos de inversión, etc. En cualquier esquina de estas inmensas galaxias puede esconderse dinero sucio de mil formas diferentes.

 

Los intereses de las empresas que componen las Corporaciones Multinacionales a veces son complementarios, pero también son a veces contradictorios, pueden chocar entre ellos y trasladar al interior de la Corporación la clásica batalla entre diferentes sectores de capitalistas por acumulación y ganancias. Estos choques se expresan en quiebras, sobornos, estafas, desfalcos, denuncias, que permanentemente incluyen a directivos, funcionarios, ministros de economía, y gobiernos capitalistas que quedan salpicados por su accionar. 

 

Los Bancos de Inversión y las Corporaciones Multinacionales

 

En el corazón de estas galaxias que suponen las Corporaciones Multinacionales se encuentra el Banco de Inversión. Los Bancos de Inversión no son un banco ordinario, cumplen una función extraordinaria: Se encargan de comprar y vender empresas, y para ello emiten los papeles y bonos que permiten llevar adelante las operaciones. Cualquier capitalista que quiere comprar o vender partes, o la totalidad de una empresa debe acudir a los Bancos de Inversión que son los que emiten los papeles y bonos para hacer estas operaciones y los únicos que pueden colocar estos papeles en la bolsa.

 

Todo este proceso de compra y venta de empresas es brutal y encarnizado, expresa el choque de los diversos grupos de capitalistas por el capital y las ganancias, es el proceso mediante el cual se acumula y centraliza capital y se llama proceso de fusiones y adquisiciones (en inglés M&A, Merger and Adquisitions) . El proceso de M&A permite que sea alrededor de los Bancos de Inversión que se va conformando la galaxia de empresas que constituyen la Corporación Multinacional.

 

El HSBC  (Hongkong and Shanghai Banking Corporation) es un ejemplo de este proceso. Fue fundado en el lejano Oriente en 1865 para financiar el comercio entre Asia, India y Europa, pero como todas las demás Corporaciones Multinacionales surgidas en la década de los ’80, alcanzó dimensión mundial en el último tercio del siglo XX. A su gran actividad en Asia, sumó implantación en Estados Unidos y Reino Unido, el corazón financiero de Europa, por lo cual desde principios de los 1990, tiene la sede en Londres. La galaxia HSBC incluye países, ciudades y provincias o regiones, por eso, a nadie puede asombrar el escándalo de la “Lista Falciani”. Sólo que el escándalo se extiende como una mancha de aceite que no para, y por el tamaño global del HSBC, involucra cada vez más porciones de la economía y la política mundial.

 

La imponente estructura del HSBC tiene su cuartel general en el distrito financiero de Canary Wharf, un rascacielos de 200 metros, desde donde reina sobre un imperio de más de 250.000 empleados que velan por 50 millones de clientes en 74 países y territorios. Pero el proceso de lavado de capitales del HSBC se concentró en la sede Suiza del HSBC, por lo que es el “SwissLeaks” donde se concentra el escándalo de la ”Lista Falciani”, aun cuando haya abundante colocación de líquido en Luxemburgo, Guernesey o Malta, otras sedes con las que cuenta el HSBC para destinar fondos. Hoy esta Corporación Multinacional se encuentra en el ojo del huracán debido a la filtración de archivos sobre algunos de sus clientes "incómodos", cuyas actividades ilegales están vinculadas al comercio de armas y de diamantes, y a la evasión de impuestos.

 

Pero los documentos filtrados que cubren principalmente los años de 2005 a 2007, dan cuenta de otra cosa. Indican que las Corporaciones Multinacionales como máquina expropiatoria que está sumiendo a millones en el mundo en el hambre y la pobreza, son el centro de la crisis global del capitalismo porque son propiedad de los billonarios que controlan la economía mundial. Y además, como símbolo de la decadencia y putrefacción del sistema capitalista, son un verdadero paraíso de delincuentes, evasores, y lavado de dinero.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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