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El secretario del Tesoro de EE.UU, Jack Lew, advirtió que el estado se está quedando sin dinero y  el Congreso debe elevar el techo del

 

presupuesto de su límite actual de 16,7 billones de dólares. El 17 de octubre expira el límite y la Administración Obama plantea que el

 

Congreso debe aprobar un nuevo presupuesto, elevar el techo de deuda, y que en tanto el Congreso no se lo apruebe, el estado se

 

paraliza, culpando a los republicanos de ésta parálisis porque se niegan a aprobar el aumento de deuda.

 

 

 

El llamado “shutdown” (cierre) del gobierno norteamericano, implica que Obama dejó de pagar partidas, cerró oficinas, establecimientos, escuelas, y dejó a miles de empleados públicos sin salarios. Los Demócratas denuncian que el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, máxima autoridad republicana, cede a su ala ultraderechista del Tea Party que se niega a aprobar el programa de subsidios a empresas de medicina popularizado como “Obamacare”.

 

Obama dice que se encuentra rehén de los republicanos. Que se niega a implementar un ajuste y necesita la elevación del techo del presupuesto para escuelas, subsidios, empleos, salarios y su programa de salud. La directora del FMI, Christine Lagarde, advirtió que el enfrentamiento político en Estados Unidos, provocará “un daño muy serio, no solo a la economía de EE UU, sino a la economía de todo el mundo”.

 

Pero, ¿Es verdad lo que dice Obama? ¿Hay un ajuste en ciernes si no se aprueba el presupuesto? ¿Es la Administración Obama rehén de los republicanos? De lo que nadie habla, es del drama que sufre el pueblo norteamericano, el brutal ajuste que está soportando, y el inmoral crecimiento de la riqueza que vive la oligarquía dueña de las Corporaciones Multinacionales  que dominan la economía capitalista mundial. Obama y los republicanos le ocultan al pueblo toda la verdad.

 

Más presupuesto: ¿Para el pueblo o para Wall Street?

 

En realidad, la puja entre republicanos y demócratas revela las tensiones generados por el rumbo del ajuste que está sufriendo el pueblo norteamericano y que comenzó formalmente en el año 2011, con el llamado “Fiscal Cliff”, acordado entre republicanos y demócratas. Este acuerdo golpeó sobre la salud, la educación, los subsidios y las pérdidas de puestos de trabajo. Pero en realidad, desde antes del "Fiscal Cliff", con el comienzo de la crisis del capitalismo todos los índices de pobreza, miseria y desocupación se han disparado.Millones de personas perdieron sus casas producto de la estafa de las hipotecas “sub prime”. Jubilados, jóvenes, minorías, inmigrantes sufren la crisis con trabajos precarios, o sin trabajo. Precisamente, estalló hace pocas semanas una oleada de huelgas de los trabajadores precarizados de las cadenas de restaurantes de todo el país, reclamando salarios y sindicalización.

 

Los que dicen que hay 2 modelos en mundo el “modelo Merkel” de austeridad y ajuste; y el “modelo de Obama” donde no hay ajuste, mienten.

Todos los datos de la realidad muestran un agravamiento de las condiciones de los trabajadores y el pueblo de los EE.UU. El crecimiento de la economía es anémico, la desocupación se mantiene alta, mucho más que los falsos índices del 7% que da la Administración Obama. La crisis se ha agravado y a la quiebra generalizada de empresas y bancos se agregó la quiebra de estados y municipios, como el caso de Detroit que declaró la quiebra y otros que están en quiebra, pero no la declaran formalmente como California o Nueva York.

 

Pero además el telón de fondo de la discusión entre demócratas y republicanos es hacia dónde va el ajuste. Que sectores del ejército, de la educación, se verán afectados, que estados sufrirán más la descarga de la crisis. Y las pujas interminables son por el temor a pagar el costo del ajuste, o enfrentar el descontento creciente de la población. El ajuste puede significar el fin de carreras políticas de gobernadores, congresistas y funcionarios. También la clase gobernante teme detonar una oleada de luchas del pueblo de los EE.UU, como la que sucedió en el 2011 de la que fueron parte el pueblo de Winsconsin y el movimiento Occupy Wall Street.

 

Pero también, hay silencio de la Administración Obama sobre los escandalosos salvatajes de billones de dólares que vienen recibiendo Goldman Sachs, JP Morgan Chase, Bofa (Bank of America), o Citigroup, entre otras Corporaciones Multinacionales. Es falso que no hay dinero en el estado para salud, educación, subsidios o salarios. Lo que hay es un presupuesto exiguo para estas partidas, mientras que la Reserva Federal, por decisión de la Administración Obama, ha destinado paquetes de salvatajes billonarios para las Corporaciones. Y hoy esta política continúa, sólo que demócratas y republicanos se pelean en público para hacerle creer al pueblo que defienden sus intereses.

 

Lo que inquieta a Wall Street, es que si el estado norteamericano declara la cesación de pagos,  no se pagarán los bonos del Tesoro, llamados T- Bond o Trasuries que están en poder de las Corporaciones, lo que las podría llevar a la quiebra. El 3 de octubre Obama los tranquilizó en la reunión que organizó el Financial Services Forum, donde se reunió con Lloyd Blankfein jefe de Goldman Sachs, Jamie Dimon de JP Morgan, Michael Corbat de Citigroup; Anshu Jain de Deutsche Bank, y Brian Moynihan de Bank of America, entre otros. ¿De que hablaron Obama y la oligarquía que domina la economía capitalista mundial allí?

 

Una semana antes Jamie Dimon viajó a Washington para negociar un potencial acuerdo para cerrar en bloque los litigios pendientes derivados de el año 2008 en que quebraron las Corporaciones. Y la Casa Blanca le hace una petición política porque necesita que la maquinaria de lobby de Wall Street trabaje para forzar un acuerdo en el Capitolio. Es decir, Obama se reunió con las Corporaciones Multinacionales para pedirle que convenzan a los republicanos que aprueben más deuda y su presupuesto. Así contaría con los dólares necesarios para respaldar los T- Bond que las Corporaciones poseen. Y como “premio” a su lobby, las Corporaciones recibirían una oferta para saldar sus múltiples deudas, estafas y escándalos pendientes desde el comienzo de la crisis, seguramente en ventajosas condiciones para la oligarquía de las Corporaciones.

 

Es decir, negocio redondo para Wall Street, otra vez. La reunión de Obama con los dirigentes de Wall Street se prolongó durante casi dos horas, tras las cuales, Lloyd Blankfein, consejero delegado de Goldman Sachs, dijo que harán lobby para hacer entender a los legisladores de las consecuencias a corto y largo plazo de la situación actual. Los banqueros visitaron el Congreso y mantuvieron un encuentro con el responsable de los trámites legislativos de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy. Moynihan, el jefe de Bank of América (BofA) dijo tras la reunión con Obama que no hay nada más serio que el hecho que EEUU no pague sus deudas."Tanto si son los cheques de Seguridad Social (pensiones), préstamos a los pequeños negocios o las obligaciones del Tesoro".

 

El jefe del BofA repite los dichos de Obama. Pero hay un pequeño detalle, no es lo mismo un cheque seguridad social, que cobra un desocupado, que los T- Bond las "obligaciones del Tesoro" que cobran los oligarcas de Wall Street. El dinero que Obama pide va en un 90% para Wall Street, no para el pueblo. Los billonarios salvatajes continuarán, mientras el pueblo de los EE.UU se hunde cada día un poco más. La maniobra de la declaración de quiebra, y la negociación del Capitolio, es el negocio de las Corporaciones Multinacionales, que a la vez que despojan al pueblo norteamericano, mediante sus fraudes y estafas, hunden en la pobreza al mundo entero, haciendo cada día más ricos a la oligarquía del 1% dueña de la economía capitalista.

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