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Los Neokeynesianos, la corriente político- económica liderada por Paul Krugman y Joseph Stiglitz tienen ahora el timón del FMI (Fondo Monetario Internacional) a partir de la designación del estadounidense Maurice Obstfeld el 20/7/15 como nuevo economista en jefe del organismo. El FMI estará controlado por quienes han establecido la política económica de los gobiernos del G7 frente a la Crisis del Capitalismo. ¿Cambiará la política del  FMI a partir de ahora?  

Los Jefes del FMI no han tenido suerte en estos últimos años con la designación de sus principales dirigentes. Cuando estalló la crisis global del capitalismo entre los años 2007- 2008, la jefatura del FMI quedó en manos de Dominique Strauss- Khan, quien terminó arrestado y presentado ante la justicia por cargos de abuso sexual y desvío de fondos. Mientras tanto, el economista en jefe, el francés Olivier Blanchard anunció el 14 de mayo de 2015 sus intenciones de retirarse del FMI, abrumado por los desastrosos desempeños y fracasos del organismo.

 

Blanchard fue el encargado en los últimos tiempos de comandar desde el organismo financiero internacional los paquetes financieros destinados a rescatar a Grecia; y de diseñar las medidas de ajuste fiscal y comercial que se le impondrían al Gobierno de ese estado para que puedan ser aceptados como destinatarios de esas ayudas. Sin embargo, en los últimos tiempos, comenzó a disentir en sus intervenciones como negociador del FMI con la "Troika" que atiende el caso griego; y que completan el Banco Central Europeo y el Consejo Europeo. Blanchard, aseguran, se desgastó en su pelea con el ministro de Economía alemán Wolfgang Schuble. Ahora la actual  directora gerente Christine Lagarde, anunció el 20/7/15 la designación del estadounidense Maurice Obstfeld como nuevo economista jefe en reemplazo de  Blanchard.

 

La escuela Neokeynesiana

 

Le toca a Obstfeld estar en uno de los cargos más importantes de uno de las instituciones claves en la estructura del capitalismo mundial pero dado el dramático curso que está travesando la crisis global, Obstfeld asumirá en medio de las más aciagas y amargas horas del capitalismo. Obstfeld es Profesor de la Universidad de California en Berkeley (EE.UU.), y es miembro del Consejo de Asesores Económicos del presidente estadounidense, Barack Obama; considerado uno de los mejores macroeconomistas a nivel mundial. Según lo definió Lagarde: "Estoy encantada de que Maurice se una a nosotros en el Fondo. Sus excepcionales credenciales académicas y extensa experiencia internacional lo sitúan en un lugar especialmente apropiado para ofrecer el tipo de liderazgo económico al FMI necesario en esta importante coyuntura",

 

Obstfeld es coautor de 2 manuales básicos de economía escritos junto con el ex economista jefe del FMI Kenneth Rogoff, el Nobel Paul Krugman y el joven economista Marc Melitz. A parir de su nuevo cargo intentará llevar las ideas del neokeynesianismo a lo más alto de la jerarquía de las esferas capitalistas, un nombramiento que representaría un cambio con respecto a las visiones ortodoxas históricas que el FMI viene manteniendo desde hace décadas. ¿Quiénes son los Neokeynesianos? Son los inspiradores de los célebres “Salvatajes” que han indundado la economía global, y son la respuesta central que los gobiernos del G7 han dado a la crisis.

 

Desde que comenzó la crisis global del capitalismo, alrededor de entre 30 y 40 billones de dólares se han estado inyectando en la economía global desde los Bancos Centrales de EE.UU, Japón, China, Europa e Inglaterra, y los Neokeynesianos suelen polemizar fuertemente con quienes estipulan como única respuesta la aplicación de ajustes. En general, los Neokeynesianos hacen objeto de sus críticas a la canciller alemana Angela Merkel y al Bundesbank, y recientemente han criticado abiertamente el ajuste que la Comisión Europea le impuso al Gobierno griego de Alexis Tsipras. Paul Krugman ha dicho que el votaría “No” en el referéndum que el gobierno de Syryza convocó para consultar al pueblo griego sobre las negociaciones con la Troika

Los Neokeynesianos dicen que el capitalismo puede volver al “boom” de posguerra si se destinan inversiones a obra pública, se crea empleo, para lo cual los estados tienen que endeudarse y emitir moneda, todo lo que sea necesario para asistir la economía. Obstfeld explica esto en sus libros donde desarrolla una posición contra de los ajustes fiscales y más cercana a la visión de esperar que un país crezca y se desarrolle antes de la aplicación de planes de ajustes simples, planos y directos. El nuevo economista en jefe es, además, defensor del diseño de planes específicamente pensados para cada Estado y cada momento determinado, en lugar de los menús habituales del FMI.

 

Lo que los Neokeynesianos ocultan

 

Siguiendo los postulados Neokeynesianos, el gobierno de EE.UU respondió a la crisis con enormes salvatajes, lo que fue seguido por todos los gobiernos del G7. Pero lo que los Neokeynesianos ocultan es que ese dinero nunca fue destinado a obra pública, salud, educación, salarios o empleos. Ese dinero fue destinado a socorrer a las Corporaciones Multinacionales que quebraron en forma masiva a partir del año 2007, y cuyo tamaño, expresión de la centralización de capitales asumida por el capitalismo actual, las ha llevado a denominarse por economistas y analistas las “Too bigs too fail” (Demasiado Grandes para Caer)

 

Los Neokeynesianos piensan que de este modo la economía global se reactivará. Pero tras los enormes Salvatajes, como el que ahora mismo se está practicando en China de alrededor de medio billón de dólares, no sólo no han reactivado la economía, sino que han dado como respuesta los más débiles índices de crecimiento económico. Los Neokeynesianon insisten en que el crecimiento llegará, pero sin cuestionar a las Corporaciones Multinacionales, y sus ansias depredadoras de ganancias, el postulado de los Neokeynesianos se vuelve utópico, y sus planteos sobre que el “boom” de posguerra puede volver a producirse son absolutamente opuestos a la realidad.

 

El crecimiento logrado por el capitalismo en la posguerra fue cierto. Los “Neokeynesianos” intentan demostrar que el capitalismo de la mano del modelo económico implementado por Lord Keynes, es exitoso y permite otorgar conquistas económicas a las masas. Pero cuando los Neokeynesianos como Paul Krugman, Joseph Stiglitz o Nouriel Roubini, afirman que el capitalismo puede recrear el “régimen keynesiano” en la actualidad y reclaman a viva voz estímulos económicos, obra pública, impuestos a las ganancias, y afirman que con esas medidas se puede salir de la grave crisis abierta en el 2007, simplemente mienten, porque ocultan las verdaderas razones que explican el boom.

 

Ocultan que el régimen inspirado por Lord Keynes fue posible porque previamente se destruyeron ciudades, puentes, vías, condados, municipios y fábricas. El régimen keynesiano tuvo como condición previa a su desarrollo, la destrucción de miles de edificios, de depósitos y de transportes en la 1era y 2da guerra mundial. Y los más importante, se destruyeron millones de vidas humanas, en los campos de batalla, en los campos de concentración y con las bombas atómicas. Con la guerra, el capitalismo confirmó su decadencia, su crueldad y capacidad de infligir graves padecimientos para las masas.

 

Con la 1era y 2da guerra mundial, el imperialismo superó la crisis mediante el colosal desarrollo de las fuerzas destructivas y el clásico mecanismo que Marx llamó quema o aniquilación de capital. La destrucción de fuerzas productivas que precedió al régimen keynesiano, fue un formidable negocio para las grandes empresas y un colosal salto en el desarrollo de las fuerzas destructivas con su más alta expresión, la industria de guerra.

 

Neokeynesianos y Corporaciones Multinacionales

 

A partir del estallido de la crisis de la economía mundial, millones de personas en el mundo, y movimientos como “Occupy Wall Street”, el 15- O y los indignados del mundo se pronuncian en contra las multinacionales. Muchos keynesianos se acercan a los movimientos y se solidarizan con ellos. ¿Qué opinan los Neokeynesianos de las Corporaciones? ¿Están los keynesianos a favor o en contra de las multinacionales? Cuando Krugman, Roubini, Stiglitz u otros keynesianos comienzan los cantos de sirena contra las multinacionales, conviene hacerles una simple pregunta: ¿Cómo surgieron las multinacionales? La respuesta es simple: del régimen keynesiano.

 

Quizá muchos crean en quienes reivindican el régimen keynesiano como una forma de funcionamiento del capitalismo mundial. Quizá crean cuando les digan que permitió un relativo desarrollo de las fuerzas productivas, altas tasas de crecimiento y represión del capital financiero. Esas décadas del “boom” parecían contradecir las tesis marxista acerca de que la economía capitalista estaba en la época imperialista, de decadencia y dominio del capital financiero.

 

Sin embargo, el estudio del régimen keynesiano confirma la decadencia del capitalismo, porque demuestra que merced a él surgieron las multinacionales, una forma de acumulación y concentración de capital muy superior a sus predecesoras, que fueron los monopolios. El keynesiano fue un régimen económico que no necesitó por un corto período al capital financiero, porque surgió y se desarrolló merced a las inversiones de EE.UU en Europa con el Plan Marshall. Es decir, contó con un inversor de primer nivel: el estado imperialista de EE.UU. Multinacionales y keynesianismo, son elementos complementarios, una es la forma de acumulación del régimen keynesiano, el otro es el régimen de acumulación de las multinacionales.

 

Las críticas de los keynesianos a las multinacionales son hipócritas y una negación de la historia del capitalismo, no de la historia antigua, sino de su historia moderna. Pero además, las multinacionales elevaron la crisis del capitalismo a tal nivel, que para resolverla los capitalistas se vieron compelidos a lanzar sobre las masas ofensivas cada vez más brutales. Así lo explicó Nahuel Moreno: “Sólo logrando un aumento permanente, prácticamente ilimitado de la explotación podrá el imperialismo superar la próxima o próximas crisis coyunturales y la crisis crónica, ya que el aumento del capital es incesante y vertiginoso” (1)

 

Es decir, el régimen keynesiano también implica ajustes. Es falso que con Obstfeld el FMI dejará de ajustar, quiza lo haga de otra manera, pero lo hará. Esto será así porque detrás del FMI están los intereses de las Corporaciones Multinacionales, surgidas del fin del régimen keynesiano. Las contradicciones del régimen keynesiano que evolucionaron agravándose fueron preparando las condiciones para el final del “boom”, y la transición a un nuevo régimen económico mundial, diametralmente opuesto al keynesiano: la globalización. En esta difícil, traumática y convulsiva fase de transición del régimen keynesiano a la globalización, “el aumento del capital…incesante y vertiginoso”, llevó a que las modernas multinacionales de posguerra se transformaran en Corporaciones Multinacionales. Los gobiernos del G7 avanzaron de este modo en modificar la estructura de la economía mundial, para intentar resolver las contradicciones y crisis del capitalismo.

 

Por ello, sin atacar en lo fundamental la existencia de la Corporaciones Multinacionales es falso y utópico lo que los Neokeynesianos postulan de sobre que el capitalismo podrá reeditar el “boom”. Dicho “boom” sólo es posible si hay una quema de capitales igual o superior a la 1 y 2 guerra mundial. Los salvatajes, sólo prolongan la agonía del capitalismo, multiplica los ajustes, la explotación, y expanden la pobreza.

 

“Dame un punto de apoyo y moveré el mundo” dijo Arquímedes de Siracusa, el matemático y físico griego que vivió entre los años 287 y 212 antes de Cristo. Arquímedes se refería al fenómeno físico de la palanca, a partir de los cual según él se podía mover todas las cosas. Pues bien, los neokeynesianos ahora consiguieron poner en sus manos la gran palanca de la economía global, ahora tienen el timón de una de las entidades más importantes del capitalismo global: El FMI. Pero con ese timón en sus manos, millones que creen en los cantos de sirena de los Neokeynesianos, verán la cruda realidad. Obstfeld, Krugman, Stiglitz y Roubini defienden a las Corporaciones Multinacionales, y sus próximas gestiones al frente del organismo no hará más que confirmarlo.

 

(1) Nahuel Moreno. Tesis sobre la situación mundial- Secretariado internacional de la LIT- CI, 20/10/84 

 

 

 

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